Conoce las principales diferencias entre los tipos de cambio en el mercado de divisas
¿Qué es el tipo de cambio sucio y cómo funciona?
El mundo del dinero tiene muchos conceptos que nos conviene conocer para entender cada vez más cómo funciona la moneda y qué nos conviene hacer con ella, sobre todo cuando hablamos de comprar o vender divisas, como dólares, euros, etc.
Dentro del tipo de cambio, por ejemplo, existen diferentes tipos que determinan cómo se mueve el precio de las monedas extranjeras en el país. Los más conocidos son el tipo de cambio fijo y el flexible.
Tipo de cambio fijo
Cuando hablamos de tipo de cambio fijo, nos referimos a aquel que es establecido por los gobiernos o bancos centrales del país. Ellos son quienes determinan el tipo de cambio oficial del país y este no varía a menos que así lo diga el Gobierno. De esta manera, son ellos los que mantienen el control para asegurar la estabilidad del país.
Para mantener este tipo de cambio, el banco central se involucra e invierte sus recursos, es decir, tiempo y dinero, a fin de asegurar que no varíe.
Tipo de cambio flexible
Por otro lado, el tipo de cambio flexible o flotante se da cuando es el mismo mercado, es decir, la oferta y la demanda de la moneda, quienes determinan el valor, sin la necesidad de ninguna intervención adicional.
Entonces, en la primera opción es el banco central quien determina y controla el precio de la moneda, y en la segunda, es el mercado. Pero ¿solo hay esas dos opciones? ¿Los países tienen que elegir entre ceder el control al mercado o que el Gobierno decida todo?
La respuesta es no, ya que existe un punto medio entre ambas y es una figura a la que la mayoría de países se han acogido: la flotación sucia.
Flotación pura y flotación sucia
El tipo de cambio flotante se regula por la oferta o la demanda de la moneda. En la flotación pura, no hay ningún tipo de intervención adicional, el mercado determina al 100% la subida o bajada de la moneda.
Por otro lado, en la flotación sucia, si bien el tipo de cambio se determina por el mercado, sí se permite la intervención ocasional del Gobierno a través del banco central, para direccionar el tipo de cambio, haciendo que suba o baje.
Ahora, una de las preguntas que más surge es: Si hay intervención del Gobierno, ¿el tipo de cambio fijo y la flotación sucia no vendrían a ser lo mismo? Pero lo cierto es que son figuras distintas. En el tipo de cambio fijo, el banco central es el único responsable de establecer el tipo de cambio, mientras que, en la flotación sucia, el Gobierno interviene solo en determinadas oportunidades, cuando hay algún riesgo para la economía, y en la mayoría de veces es el mercado el que se regula solo a través de la oferta y demanda de la moneda.
Pero, ¿cómo funciona la flotación sucia? ¿en qué situaciones interviene el banco central? Sobre todo, cuando el comercio internacional es afectado. Ante una baja o subida abrupta del dólar, por ejemplo, el banco central hace una aparición para ayudar a mantener la estabilidad del tipo de cambio, y así reducir la incertidumbre de los inversionistas, proteger el comercio internacional, entre otros agentes económicos.
¿Cuál es la figura que usan los países y por qué?
Ningún tipo de cambio es 100% ventajoso, es decir, todos tienen alguna falla. Durante mucho tiempo se usó un tipo de cambio fijo en la mayoría de países, pero a partir de los 80s se optó por un cambio de sistema y se apostó por el cambio flexible.
Es importante tener en cuenta que casi ningún país tiene un tipo de cambio flexible puro, la mayoría de naciones se rigen bajo una flotación sucia, porque es un punto intermedio entre que la moneda dependa enteramente de la oferta y la demanda, y tener un tipo de cambio fijo.
Debido a que permite obtener “lo mejor de ambos mundos”, el tipo de cambio flotante sucio es la figura a la que la mayoría de países se han aferrado, y que ha demostrado ayudar a mantener un equilibrio tanto para la moneda como para el mercado internacional.
Redacción MidPoint
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